jueves, 15 de septiembre de 2011

Robert Graves.- LOS MITOS GRIEGOS

Tercer Trabajo de Heracles: LA CIERVA DE CERINIA.


Heracles en el Louvre
El tercer trabajo de Heracles consistió en capturar viva a la cierva de Cerinia y llevarla viva desde Énoe hasta Micenas. Este veloz animal moteado tenía pezuñas de bronce y cuernos de oro como los de un ciervo, por lo que algunos dicen que en realidad era un ciervo. Estaba consagrada a Ártemis, que de niña había visto cinco ciervas, más grandes que toros, paciendo en las orillas de guijarros negros del río tesalio Anauro, al pie de los Montes Parrasios, mientras el sol centelleaba en sus cuernos. Corrió en su persecución y atrapó a cuatro de ellas, una tras otra, con sus propias manos, y las unció a su carro; la quinta huyó a través del río Celadón a la Colona Corintia, tal como había previsto Hera, quien ya pensaba en los trabajos de Heracles. Según otra versión, esta cierva era un monstruo indómito, que solía hacer estragos en los campos, y al que Heracles sacrificó a Ártemis en la cumbre del Monte Artemisio.
Un paisaje como el de la Arcadia Feliz
b) Poco dispuesto a matar o herir a la cierva, Heracles realizó este trabajo sin ejercer la menor fuerza. La persiguió incansablemente durante todo un año, en una cacería que lo llevó hasta Istria y el País de los Hiperbóreos. Cuando, agotada por fin, la cierva se refugió en el Monte Artemisio, y desde allí descendió al rio Ladón, Heracles disparó una flecha con la que le sujetó las patas delanteras haciéndola pasar entre el hueso y el tendón sin derramar sangre, luego la recogió, se la echó sobre los hombros y se apresuró a volver por Arcadia a Micenas. Sin embargo, algunos dicen que empleó redes; o que siguió el rastro de la cierva hasta que la encontró dormida bajo un árbol. Ártemis salió al encuentro de Heracles y le reprendió por haber maltratado a un animal sagrado, pero él alegó que lo había hecho por pura necesidad, e hizo recaer toda la culpa sobre Euristeo. Así aplacó la ira de la diosa, quien le dejó que llevara la cierva viva hasta Micenas.
La Puerta de los Leones en Micenas
c) Otra versión de este trabajo es que esta cierva era la que la pléyade Táigete, hermana de Alcínoe, había dedicado a Ártemis en agradecimiento por haberla transformado temporalmente en cierva y haber podido así eludir los abrazos de Zeus. Sin embargo, no era posible engañar a Zeus por mucho tiempo, y finalmente engendró en él a Lacedemón; inmediatamente después del parto ella se ahorcó en la cumbre del monte Amideo, que en adelante se llamó monte Taigeto.
Heracles capturando la cierva
1. Este trabajo era de tipo distinto al de la mayor parte de los otros. Históricamente, es posible que aluda a la toma por los aqueos de un templo en el que adoraba a Ártemis como Elafio (“parecida a la cierva”). La cuatro ciervas de su carro representan los años de la Olimpiada, y al finalizar cada uno de ellos se perseguía a una víctima vestida con piel de venado hasta matarla.
2. En Europa solamente el reno tiene cuernos, y la noticia de su existencia pudo haber llegado desde el Báltico por la Ruta del Ámbar. El reno, a diferencia de otros tipos de venados, se puede uncir a un carro de tiro.

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